La esencia mediterránea más ancestral
Las praderas de posidonia son una especie endémica del mar Mediterráneo que no está presente en ningún otro mar del mundo. Podemos encontrarlas desde la cota superficial hasta los 40m de profundidad, ocupando grandes extensiones. Pese a la opinión general no se trata de un alga, sino de una planta marina con raíz, tallo, hojas, frutos y flores. Un claro indicador de la calidad de las aguas marinas costeras y con un papel vital en el ecosistema.
La posidonia filtra el agua ayudando a mantenerla limpia y transparente. Cada metro cuadrado de pradera libera al ambiente hasta 20 litros de oxígeno y es lugar de cría y refugio de múltiples especies. Con sus raíces y hojas consolida los fondos marinos al tiempo que amortigua el oleaje, atenúa las corrientes y protege las costas de la erosión. Con 100.000 años de vida según los expertos, la posidonia es el ser vivo más longevo del planeta, capaz de extenderse varios kilómetros a través de rizomas.
Sin embargo, las praderas de posidonia se encuentran en regresión en todo el Mediterráneo. Son muy sensibles a la contaminación. Tampoco ayuda la pesca de arrastre, la práctica de los deportes náuticos, la liberación de aguas residuales al mar o la construcción de diques y barreras, entre otras razones.
"Posidonia, reina del mediterráneo"
El documental ha sido realizado por Pau Soler y Rafa Martos, reconocidos documentalistas dianenses, junto a la Asociación OBESMAR (Observació i Estudi del Mar), promovidos por la creación de materiales didácticos que contribuyan a modelos sostenibles en nuestros territorios y comarcas.
En esta nueva propuesta llevan a cabo un recorrido por las praderas de posidonia frente a nuestras costas al tiempo que nos descubren sus características, dónde podemos encontrarla, qué amenazas encuentran o qué sectores económicos y de bienestar social se ven afectados.
Entre los objetivos de este trabajo se ha querido mostrar la belleza del ser vivo más grande y longevo del planeta, recordar sus grandes aportaciones y su papel vital en el ecosistema, también su valor paisajístico, turístico y económico, y poner el foco sobre la alarmante degradación que está sufriendo.
